El sentirse agradecido envuelve situaciones positivas que suceden en nuestras vidas, ese sentimiento estará ligado a lo que pase en el momento, mientras que el mostrar gratitud no depende de ninguna circunstancia para mostrarla.
Solemos mostrar agradecimiento cuando estamos felices, cuando algo bueno nos pasa, en los días especiales, graduaciones, festividades o cuando recibimos algún premio o reconocimiento. Esas oportunidades son excelentes para mostrar cuan agradecidos nos sentimos con las personas que hicieron que fuera posible ese momento, dedicamos palabras especiales y demostramos cada sentimiento que nos llega.
En cambio la gratitud necesita de práctica diaria y ser intencional para mostrarla y tomarla como un estilo de vida. La gratitud es mostrar apreciación aun cuando nada especial nos sucede.
La gratitud es una decisión que tomas a diario de decir que tu día es un buen día aun cuando las circunstancias digan lo contrario. Es lo positivo que sacas de las situaciones negativas, el aprendizaje que obtienes de cada experiencia, aun cuando hayan sido un trago amargo. La gratitud te lleva a ver la vida desde otro lente. Quizás no siempre vayas a estar feliz, pero aun así puedes practicar la gratitud.
El agradecimiento es un sentimiento circunstancial, pero la gratitud es una actitud del alma. ¨Paola Guzmán¨
Aunque el día de acción de gracias no es parte de nuestra cultura, la gratitud no necesita de un día específico para mostrarla. Es un ejercicio diario que se practica para reforzarlo y vivir una vida de plenitud.
Más que agradecer por este día, elige mostrar gratitud por cada detalle que Dios se ha tomado para formar tu vida. No importa lo que sea, haz una lista de todo aquello que entiendas que es necesario agradecer, hasta lo que no haya sido tan bueno. Te darás cuenta que la lista es más larga de lo que te imaginabas. Hazlo constantemente, y vas a ver como tu vida cambia.