Un emprendimiento nacido del amor por la moda, la resiliencia y la fe
“Para los que aman a Dios, todo sucede para bien. Betsy Clothing Store renace en medio de los desiertos… justo donde florecen las ideas más poderosas.”
Una idea que nació entre vuelos y conferencias
Durante años, por motivos laborales, me tocaba viajar con frecuencia. En una de esas conversaciones casuales entre colegas, un amigo me dijo algo que me marcó:
“Tú viajas tanto, ¿por qué no traes cosas para vender?”
Me lo dijo como quien lanza una idea al viento, pero esa frase se quedó resonando en mi cabeza.
En mi siguiente viaje, con las conferencias finalizando a las 5 de la tarde y sin mucho qué hacer después, decidí actuar. Me puse cómoda, me fui al mall… y empecé a comprar. No para mí, sino pensando en otras mujeres como yo. Siempre me había apasionado ir de compras, asesorar a mis amigas y descubrir piezas especiales. Así que esta vez lo hice con otro propósito: invertir.
De la intuición al emprendimiento
Traje piezas seleccionadas, empecé a conocer a mis clientas y a entender lo que realmente buscaban. Mi mayor temor era quedarme con inventario, así que aposté por escuchar primero y vender después. Así nació Betsy Clothing Store, como un proyecto pequeño, basado en relaciones reales y gustos bien definidos.
Con el tiempo, investigué dónde podía comprar al por mayor. Toqué muchas puertas. Algunas se abrieron gracias a conexiones de años atrás, como aquellas señoras donde mi mamá compraba vestidos para mis fiestas. Ellas me ofrecieron venderme a consignación. Hoy entiendo el poder de las relaciones sembradas con respeto y gratitud.
Cuando la vida te pide pausar
En 2010, atravesé momentos difíciles a nivel personal y de salud. Decidí entonces cerrar este capítulo y dedicarme por completo a mi familia. Sabía que era lo correcto. Lo hice con la convicción de que, si algún día debía volver, sería en el momento preciso.
El renacer de Betsy Clothing Store
En 2013, con una situación de desempleo en casa y dos amigas incondicionales empujándome a volver, retomé el proyecto. Una de ellas incluso viajó conmigo. Aunque yo iba casi obligada, ese viaje cambió todo. Fue terapéutico, revelador y me reconectó con una parte de mí que había quedado en pausa.
Abrimos la cuenta de Instagram, adoptamos un sistema para organizar inventario y ventas, participamos en bazares, y el boca a boca hizo su magia. Nuestro pequeño negocio empezó a tomar forma con más estructura, experiencia y visión.
Una tienda que se convirtió en comunidad
Con los años, Betsy Clothing Store ha sido mucho más que una boutique. Se ha convertido en una comunidad de mujeres reales, con historias, gustos y desafíos. Hemos acompañado clientas que hoy son amigas, hemos asesorado en temas de imagen, compras conscientes, incluso finanzas personales.
De hecho, uno de mis sueños pendientes es crear un proyecto relacionado con educación financiera para mujeres, algo que como tesorera disfruto y quiero desarrollar a futuro.
Lecciones que me ha dejado este camino
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Tu familia es tu primer equipo de trabajo. Sin su apoyo, un emprendimiento no florece.
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Los momentos difíciles también son fértiles. En ellos nacen ideas con propósito.
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Soñar vale la pena. Aunque los sueños no lleguen como esperabas, llegan como Dios quiere para ti.
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Delegar no es debilidad, es estrategia. Emprender mientras trabajas requiere red de apoyo, mentores y especialistas.
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La fe es mi motor. Cada paso ha sido orado y entregado a Dios. Nada ha sido improvisado.
Con cariño y convicción
Mi historia no es perfecta. Ha habido caídas y lecciones duras. Pero si algo tengo claro es que cuando caminas con propósito, las puertas correctas se abren. Hoy seguimos creciendo, con los pies firmes y el corazón agradecido.
Y si tú estás en ese punto donde no sabes si iniciar o si volver a empezar… te reto a considerar que justo ahora podría ser el momento.
Con todo mi cariño,
Betsy
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