¡Hola a todos! Soy Betsy, CEO de Betsy Clothing Store, pero antes que todo eso… soy mamá. Hoy quiero abrirles una ventana a una parte más íntima de mi vida y compartir algo que me movió profundamente este año.
Hace poco decidí hacer un alto en el camino y regalarme un regalo que venía postergando: unas fotos familiares.
¿Por qué ahora? Porque hacía tiempo no nos tomábamos fotos profesionales juntos. Porque mis hijos crecen rápido, y cada vez es más complicado lograr que quieran —y acepten— posar. ¡Jajaja, las mamás me entenderán!
Y también porque, aunque este año no hicimos nuestra tradicional campaña de fotos de madres en la tienda, sí necesitaba capturar un momento solo nuestro. Con mis hijos. Con mi mami. Con nuestras risas y abrazos imperfectos, pero reales.
Hoy me celebro...
Aprovechando que en el calendario se nos asignó un día para ser honradas, quiero decirlo en voz alta:
Me celebro. Y también te invito a ti a hacerlo.
Ser madre no se limita a un día. Es una entrega diaria, muchas veces silenciosa. No esperes que llegue el segundo domingo de mayo para darte una palmadita y decirte:
"Lo estoy haciendo bien."
Lo estás haciendo bien con lo que tienes, con lo que Dios te dio, con tus talentos, tus limitaciones, tu amor… y también con tus imperfecciones. Porque sí, la maternidad real no es perfecta, pero es profundamente poderosa.
¿Y qué pasa con aquellas que sienten que no pueden más?
Esa respuesta se la dejo a Dios. Mi mensaje es para ti, que das lo mejor de ti cada día. Que enseñas con amor, corriges con paciencia (aunque a veces gritando un poquito), y que estás dejando un legado de fe, compromiso y valores.
En mi caso, lo más importante que puedo dejar a mis hijos es un corazón que ame a Dios.
Cuando dudo, me repito…
"¿Lo estaré haciendo bien?"
Y mi alma responde: Sí, lo estás haciendo bien.
Porque no hay un manual universal. Cada madre escribe su propio libro. Y cada historia de amor entre madre e hijos es única e irrepetible.
"Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa. Como flechas en las manos del guerrero, así son los hijos de la juventud."
Salmo 127:3-4
A ti que me lees…
Feliz Día de las Madres.
No olvides celebrarte también tú.
Regálate un detalle, un momento a solas, algo que te haga feliz. Porque no podemos dar lo que no tenemos. Ellos —nuestros hijos— también necesitan vernos florecer, cuidarnos, sonreír.
Con amor y gratitud,
Betsy
0 comentarios